Iberdrola prevé instalar 150.000 puntos de recarga en los próximos cinco años, de forma que sextuplicaría el objetivo inicial que la compañía tenía hasta 2021, y todo ello con una inversión de 150 millones de euros.
Estos datos se desprenden de su nuevo Plan de Movilidad Sostenible, que tendría el objetivo de ayudar al despliegue del coche eléctrico, dado que ha incluido la electrificación del transporte en su estrategia de transición hacia una economía descarbonizada.
Aunque la compañía se centrará principalmente en España, también ampliará sus actuaciones en otros de sus mercados como Reino Unido, Portugal e Italia, donde apostará por puntos de carga rápida y estaciones ultra-rápidas cada 200 kilómetros; súper rápidas (150 kW) cada 100 y rápidas (50 kW), cada 50.
Iberdrola sustituye de esta manera su plan inicial por otro más ambicioso “para seguir dando respuesta al crecimiento exponencial que prevemos registre la movilidad eléctrica a partir de este año”, ha afirmado Luis Buil, responsable global de Smart Mobility de la compañía, quien ha indicado que “el proceso de descarbonización de nuestra economía no es solo una cuestión del sector energético, sino que requiere de la participación y el compromiso de todos los sectores emisores, especialmente del transporte”.
La empresa ha revisado el plan inicial y lo ha sustituido por otro mucho más ambicioso para seguir dando respuesta al crecimiento exponencial que prevemos registre la movilidad eléctrica a partir de este añom una apuesta que supera con creces los planes de la competencia.
En esta linea, Endesa prevé instalar 36.000 puntos de recarga hasta 2023, de los que 8.500 serán públicos, con una inversión de 65 millones; mientras Repsol ya cuenta con 1.700 puntos de recarga operativos, una cifra donde ha contribuido la adquisición de la red de Ibil; y Naturgy ha logrado su primer contrato para instalar infraestructura de recarga eléctrica en las sedes corporativas de Loterías y Apuestas del Estado.
