Williams Advanced Engineering ha desarrollado la batería eléctrica más grande del mundo, con nada menos que 1.000 kWh y que será instalada en un camión de mina, en colaboración con la compañía minera Anglo American.
Esta batería contará con una pila de combustible de hidrógeno, lo que le permite generar electricidad combinando hidrógeno y oxígeno electroquímicamente sin ninguna combustión, al tiempo que gracias al tanque de hidrógeno, el camión podrá desplazarse de forma constante sin tener que desconectarse para cargar la batería.
Para ello, tendrá un trabajo clave el sistema de frenado regenerativo, mediante el que aprovechando las inercias, se pretende recargar la batería de combustible de hidrógeno. El camión estará propulsado por un módulo de celda de combustible de hidrógeno formado por ocho pilas Balvelo FCveloCity-HD, con 100 kW cada una, que le otorgan una potencia total de 1.088 CV. Este irá emparejado con un sistema de batería de iones de litio modular de alta potencia escalable fabricado por WAE.
Desde Anglo American pretenden, con este estreno, electrificar gran parte de su parque móvil y conseguir la robustez de los motores diésel industriales en los entornos más hostiles, con el objetivo a medio plazo de reducir sus emisiones de CO2, a nivel global, en un 30 %.
Hasta la fecha la gran mayoría de los vehículos dedicados a la minería montan motores diésel de gran cilindrada y potencia. Un modelo como el que va a estrenar esta batería de 1.000 kWh incorpora normalmente motores turbodiésel en torno a los 2.000 caballos de potencia.
Las primeras pruebas se realizarán a finales de año en Sudáfrica, con un camión ya fabricado que con un peso de 290 toneladas, es capaz de transportar 300 toneladas más de mercancía.
