La crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha desplomado las ventas de vehículos en el mes de marzo, pero en el caso de los coches eléctricos, la caída de ventas es más contenida, habiendose situado las matriculaciones las matriculaciones en 739 unidades, los que supone un 43,2 % menos; mientras que las matriculaciones de turismos y todoterrenos en España alcanzaron un volumen de 37.644, lo que supone un desplome del 70 %, según datos de las asociaciones de fabricantes (Anfac), concesionarios (Faconauto) y vendedores (Ganvam).
En cualquier caso, según los datos de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE), estas cifras evidencian la ralentización del desarrollo de la movilidad eléctrica, que venía creciendo a un ritmo del 120 % y necesita cerrar 2020 con un incremento del 170 % en sus ventas para cumplir con la senda de matriculaciones y alcanzar los 5 millones de vehículos eléctricos en 2030 en España, planteados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) del Gobierno.
Por tipo de vehículo, los datos de marzo muestran una caída de más del 53 % en las furgonetas, hasta situarse en las 71 unidades el contraste lo pone el sector de las dos ruedas, donde los ciclomotores subieron un 174 %, con un total de 642 unidades, comportamientos que se explican por las operaciones cerradas para dar respuesta a los servicios de motosharing.
Ante esta situación, las organizaciones empresariales han recordado la necesidad de poner en marcha medidas adicionales de estímulo que devuelvan la confianza a los inversores y al propio consumidor, con el objetivo de volver a engrasar la maquinaria económica tras el parón forzoso de actividad.
En un momento en el que la crisis sanitaria ha vuelto a dejar en evidencia el impacto de la movilidad sobre la calidad del aire, las asociaciones ven más necesaria que nunca la puesta en marcha de ayudas directas que alivien las tensiones de tesorería del tejido productivo para poder mantener los puestos de trabajo y eliminar la incertidumbre, y la implementación de incentivos directos para la adquisición de vehículos eficientes, que impulsen la renovación del parque y el cumplimiento de los objetivos de emisiones.
