Aunque las ventas de coches eléctricos crecen por momentos, la realidad es que la cuota de mercado sigue siendo baja si se compara con los modelos de combustión, y una encuesta elaborrada por la compañía británica de lubricantes Castrol, ha determinado el punto de inflexión al que debe llegar la tecnología para explotar a nivel comercial.
A través de una encuesta realizada entre 10.000 personas, particulares y gerente de flotas, a los que se ha preguntado hasta dónde tendrá que llegar el coche eléctrico para lograr hacerse un hueco en el mercado que le permita alcanzar al menos el 50% de cuota de mercado, se ha determinado que el punto de inflexión y por orden de importancia para que el comprador se lance a la adquisición de un coche eléctrico, pasa porque logre una autonomía de 469 kilómetros en un vehículo capaz de cargar su batería en 31 minutos y con un precio medio de 36.000 dólares.
Aunque los precios varían según el mercado, ya que por ejemplo en Francia es de 31.820 dólares, mientras que en Alemania sube hasta los 38.023 dólares.
Para el 70 % de los participantes, un elemento fundamental para la compra de un coche 100 % eléctrico es contar con una buena red de puntos de recarga que sea de fácil uso, tal y como lo es en la actualidad la red de gasolineras.
Otra de las claves es la ampliación de la oferta de vehículos, ya que cuanta más variedad más fácil será convencer a un mayor número de usuarios de dar el salto a un modelo eléctrico.
En cualquier caso, la encuesta muestra diferencias entre los encuestados particulares y los gerentes de flotas en cuanto a las prioridades.
En cuanto a los plazos que los encuestados estiman que tendrán que pasar para adquirir un coche, la mayor parte ponen como fecha el año 2024, aunque al mismo tiempo indican que el grueso de las ventas no llegará hasta 2030.
