Carga por inducción, la futura y eficaz solución para recargar el coche eléctrico

Carga por inducción, la futura y eficaz solución para recargar el coche eléctrico

Recargar un vehículo eléctrico utilizando la carga inductiva estática, sin necesidad de conectarlo mediante un cable, se ha convertido en una futura solución tecnológica que supondrá un importante avance para la implantación definitivade la movilidad eléctrica, de forma que ya son varias las empresas automovilísticas que trabajan en el desarrollo de diferentes alternativas para cargar la batería de un coche eléctrico de manera más simple.

Por ejemplo, la carga inalámbrica desarrollada por BMW, como opción para el 530e iPerformance en países como Alemania y Reino Unido, permite que la energía eléctrica del suministro de red se transmita a la batería de alto voltaje del coche sin ningún cable tan pronto como el vehículo se haya estacionado en la posición correcta sobre la estación de carga inductiva, seguido de una simple pulsación del botón de inicio/parada, que inicia el proceso de carga. Una vez que la batería está completamente cargada, el sistema se apaga automáticamente.

Esta carga inalámbrica consiste en una estación de carga inductiva denominada GroundPad, que se puede instalar en un garaje con un componente secundario del vehículo fijado en la parte inferior del vehículo. De esta manera, la transferencia de energía sin contacto se lleva a cabo a una distancia de alrededor de ocho centímetros, generando un campo magnético alterno entre las dos bobinas, a través del cual se transmite la electricidad sin cables ni contactos con una potencia de carga de hasta 3,2 kW.

Se trata de una forma de alimentación de la batería de alto voltaje muy cómoda que supone un tiempo de carga de unas tres horas y media, con una tasa de eficiencia de alrededor del 85%.

Esta carga inalámbrica de BMW también ayuda al conductor a maniobrar en la posición correcta de estacionamiento, y a través de una conexión WiFi, se establece una comunicación entre la estación de carga y el vehículo tras la que aparece una vista aérea del automóvil y sus alrededores en la pantalla de control con líneas de colores que ayudan a guiar al conductor mientras estaciona.

Otro ejemplo de desarrolo de esta futura tecnología de carga nos lo ofrece Renault, que apuesta por la carga por inducción dinámica, una tecnología con la que el coche eléctrico recoge la energía eléctrica generada por inducción mientras se conduce al pasar por las bobinas emisoras integradas directamente en la carretera, lo que aumenta la autonomía sobre la marcha permitiendo reducir la necesidad de utilizar baterías de alta capacidad, así como la dependencia de las estaciones de carga.

Un trabajo parecido está desarrollando Jaguar Land Rover con un programa bautizado como ElectriCity, mediante el que el fabricante de automóviles trabajará con la empresa nórdica de taxis Cabonline, el operador de puntos de carga Fortum Recharge, el desarrollador tecnológico estadounidense Momentum Dynamics y el Ayuntamiento de Oslo pretenden construir una infraestructura de carga de alta potencia para taxis en la capital noruega, siendo el primer sistema de carga inalámbrica de alta potencia para taxis eléctricos del mundo.

Pero Noruega pretende ir más allá, y ha presentado una ley para que todos los vehículos nuevos que se vendan en el país sean cero emisiones a partir de 2025, ofreciendo a cambio un modelo de infraestructura de carga que podría implementarse casi en cualquier sitio, que impulsará la implantación global de los vehículos eléctricos.

Los taxistas necesitan una gran eficiencia de uso, por lo que este sistema de carga no debería desviarlos de la ruta durante su jornada laboral; por ello, en el suelo de los lugares para bajada y recogida de viajeros se instalarán series de varias placas de carga de 50 a 75 kilovatios cada una, de forma que los taxis adaptados podrán cargarse mientras esperan la siguiente carrera.

El sistema, que no usa cables y se instala bajo el suelo, no necesita que haya contacto físico entre el cargador y el vehículo, se activa automáticamente y ofrece una media de 6 a 8 minutos de energía por cada carga de hasta 50 kW. De esta manera, cada taxi recibe múltiples cargas durante el día cuando regresa a la estación, por lo que mantiene un nivel alto de batería y puede operar las 24 horas de los 7 días de la semana sin restricciones de autonomía.

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