Los coches voladores parecían hasta hace poco algo relacionado con la ciencia ficción, pero su evolución parece acercarlos a un futuro no muy lejano, a partir de la continua llegada de alternativas en desarrollo que indica que a medio plazo podría dejar de constituir una oferta residual, para convertirse en una realidad.
Entre las principales novedades en este ámbito surgidas recientemente destaca el Cityhawk, un coche eléctrico desarrollado en Israel por la compañía Urban Aeronautics, y que cuenta entre sus principales características con que sería el primer coche eléctrico volador del mundo que no vuela a partir de alas ni hélices.
De esta manera, las maniobras de despegue y aterrizaje del Cityhawk se llevan a cabo de forma vertical, un sistema con el que el vehículo es capaz de alojar a cinco pasajeros, y que está pensado para su utilización como taxi volador o como vehículo de emergencias médicas, ya que está capacitado para realizar varios vuelos al día.
Este futurista coche volador integra una innovadora tecnología denominada “fancraft”, y basada en unos rotores especiales con dobles conductos cerrados, que además de aumentar la estabilidad incluso cuando hay turbulencias, permiten disminuir el ruido de forma considerable, tanto dentro como fuera de la cabina.
Así las cosas, el Citihawk incorpora sistemas autónomos capaces de evitar el tráfico aéreo y de detectar con suficiente tiempo las líneas eléctricas u otras estructuras urbanas. Además, está pensado para operar de forma segura por la noche, y soporta cualquier tipo de condiciones meteorológicas, lo que le permitirá adaparse perfectamente a áreas urbanas, y aterrizar en las azoteas de los edificios, lo que ahorrará tiempo y aumentará su eficacia, algo especialmente importante de cara a su uso como vehículo de emergencias médicas.
El interior de este aparato se ha diseñado para ser muy acogedor, al modo de un automóvil premium, con asientos cómodos, conexión WiFi y múltiples pantallas táctiles.
A principios de este año, Urban Aeronautics se asoció con la compañía californiana Hypoint con el objetivo de incorporar tecnología de pila de combustible para este coche volador, que está diseñado para funcionar con hidrógeno y es totalmente eléctrico, por lo que no genera ningún tipo de emisión durante su vuelo.
Las primeras pruebas aéreas ya se han llevado a cabo con éxito.