La brecha en el precio del coche eléctrico en relación al de combustión se ha reducido en un 47 % desde 2019, siendo a día de hoy de 9.658 euros, según datos de MSI.
De esta manera, esta brecha en el precio de los vehiculos de cero emisiones con respecto al diésel es de 5.700 euros tras reducirse un 58 % desde 2019, y de 13.617 euros para los gasolina, un 40 % menos que hace dos años, según datos de facilitados por la compañia.
De esta manera, en el informe publicado por la consultora BloombergNEF para la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E) sobre la evolución de precios de los modelos más sostenibles en los próximos años, se concluye que los coches eléctricos serán más baratos que los de combustión en 2027, en gran medida, por la reducción del precio de las baterías, que podrían ser un 58 % más baratas en 2030.
Según el informe, el precio medio de un vehículo eléctrico nuevo vendido durante este año ha sido de 41.571 euros, 4.000 euros más que hace un año, pero muy por debajo de los 47.267 euros a los que se comercializaron durante 2019. Esta evolución hace que la brecha con respecto al diésel sea de 5.700 euros tras reducirse un 58% desde 2019, y de 13.617 euros para los gasolina, un 40% menos que hace dos años.
Teniendo en cuenta las ayudas del Plan Moves III, este diferencial podría estrecharse aún más e incluso salir más económico un eléctrico frente a un diésel.
Las ayudas en el caso de achatarrar un vehículo pueden alcanzar los 7.000 euros, lo que dejaría la brecha de precios con respecto a los modelos gasolina en 6.617 euros y 1.300 euros a favor del comprador del eléctrico frente al diésel. Este comportamiento choca con la evolución experimentada por los diésel y gasolina, ya que su precio no ha dejado de subir en los últimos años.
Desde Unoauto indican que este estrechamiento de la brecha de precios en lo que al eléctrico concierne se debe, principalmente, a la irrupción de más modelos en el mercado, de froma que a más variedad, los precios bajan y se reposicionan en unos niveles cada vez más asequibles para el comprador, si bien el eléctrico sigue siendo un vehículo de alta gama y solo al alcance de hogares con rentas superiores a los 2.500 euros, que son dos de cada diez en nuestro país, según el INE.
Sin embargo, la tendencia es que los precios sigan reduciéndose, máxime con la irrupción de más fabricantes en este segmento y apostando por modelos mucho más accesibles.