Treo Concept, el antecedente de coche eléctrico de Jeep

Treo Concept, el antecedente de coche eléctrico de Jeep

A finales de los años 90, Jeep era una de las marcas más prolíficas a nivel de creación de prototipos y alternativas de futuro, y fu justo en esta época cuando vio la luz el Jeep Treo Concept, con el que la marca americana empezaba a pensar en la fabricación de coches eléctricos.

En la actualidad, el Treo habría sido un crossover pequeño, diseñado para ocupar un segmento inferior al que ocupa el Jeep Renegade. Se trataba de un coche pensado para jóvenes, parejas y estudiantes, por lo que exteriormente era realmente muy pequeño, con una longitud de solo 3,24 metros, incluso más corto que el Willys MB militar con el que nació la marca.

Jeep se inspiró en la filosofía de Smart y sus microcoches, y venía equipado con sistemas drive-by-wire, para evitar complejos y pesados sistemas mecánicos. El concepto era bastante radical, y era un coche pensado para su uso en ciudad, en cuyo interior cabrían únicamente tres personas, en una configuración 2+1.

El habitáculo del coche tenía forma aerodinámica, y por eso se estrechaba en su parte trasera. En cualquier caso se trataba de una aerodinámica algo incongruente, ya que los enormes espejos retrovisores y unas ruedas que asomaban por fuera de la carrocería contrarrestaban los potenciales beneficios de su curiosa forma.

El diseño del coche era muy curioso, con pasos de rueda de diferente color que la carrocería y la calandra de siete lamas verticales de Jeep como protagonista del frontal, junto a unos simpáticos faros redondos y las luces traseras montadas en dos spoilers traseros.

Su interior era conceptual, con asientos tipo banco en las plazas delanteras, tapizados en tela para puertas y salpicadero, y una sencilla instrumentación. Bajo dos tapas en el salpicadero, un botiquín y un juego de herramientas. La dirección y la instrumentación estaban montadas sobre carriles, y el coche se podía adaptar a volante a la derecha en cuestión de segundos.

Tenía dos motores eléctricos, uno por eje, que bebían electricidad de una pila de combustible de hidrógeno, montada bajo el piso del habitáculo. Su potencia y prestaciones nunca fueron anunciadas, pero el coche solamente pesaba 816 kilos, por lo que no habría necesitado una gran potencia para moverse con soltura.

El sistema de tracción total también le hubiera permitido circular por zonas rotas, incluso zonas realmente complicadas, gracias a excelentes ángulos off-road y el par instantáneo de los motores eléctricos.

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