Los coches eléctricos deberán tener un espacio propio y separado en los talleres mecánicos por motivos de seguridad, de manera que las reparaciones de estos vehículos electrificados deberán realizarse en una zona aislada del resto de zonas de reparación.

La mecánica de un coche electrificado difiere en varios aspectos de la de un coche con motor de combustión, por lo que sus necesidades en cuanto a reparaciones y mantenimiento son distintas. De esta manera, los coches eléctricos conllevan menos gasto en combustible y en mantenimiento, ya que cambios como el del aceite del motor desaparecen en este tipo de vehículos, por lo que se simplifica la rutina cotidiana de cuidados.

Adaptar los talleres mecánicos a los coches eléctricos evitaría el cierre de más del 20 % de estos establecimientos, pero a la hora de la verdad, esta trasformación conlleva otro tipo de complicaciones, por la particularidad de su mecánica.

De esta manera, según la última publicación Aedive, los talleres mecánicos deberán tener un espacio delimitado y apartado en el que se reparen los vehículos eléctricos, una diferenciación de espacios que responde a las necesidades de seguridad derivadas de los componentes eléctricos del coche.

Además, antes de manipular componentes como la batería, será imprescindible desconectar la pila y esperar al menos cinco minutos para que la tensión de la misma haya desaparecido.

Por otro lado, va a ser impostergable la formación específica de los mecánicos y el personal de los talleres, de manera que para que puedan desempeñar correctamente su trabajo, deberán aprender y tener en cuenta los riesgos derivados de las reparaciones de los coches eléctricos, sobre todo en lo relacionado con la electricidad y la alta tensión. Por ejemplo, a la hora de trabajar, los operarios deberán contar con un equipo de protección como gafas y guantes aislantes.