La pandemia de coronavirus afecta a todos los sectores económicos, y como no podía ser de otra manera, también ha ralentizado el impulso al coche eléctrico, pese a que el sector de la movilidad sostenible es considerado estratégico en estos momentos.
Y para muestra, un botón... Ibil, operador de puntos de recarga de coches eléctricos, que trabaja principalmente con Repsol, ha paralizado la construcción de muchos de estos puntos a la espera de obtener la pertinente licencia administrativa.
Según ha explicado Aitor Arzuaga, director general de esta compañía, "con la pandemia la solicitud de licencias administrativas ha sido un caos, porque muchas administraciones no han podido dotar a sus trabajadores de medidas de teletrabajo y si una administración tenía un taco de licencias para aprobar el 14 de marzo, el 15 de junio ese taco seguía ahí".
Según cuenta el diario El Mundo, este "cuello de botella" administrativo es algo previo a la pandemia que el confinamiento no ha hecho más que empeorar, y de hecho, desde el sector vienen reclamando que se agilicen los trámites que obligan a pedir un permiso a la compañía eléctrica por un lado, y por otro al ayuntamiento de turno, que muchas veces es pequeños, ya que los puntos están situados en carreterass. "Este suele ser el más difícil y se acaba alargando durante seis meses en circunstancias normales", señala Arzuaga, que pone como ejemplo un punto de recarga en Toledo para el que llevan esperando dos años a que se culminen los trámites.
Además, la Ley Cambio Climático que está en trámite en el Congreso obligará a que más de 1.000 estaciones de servicio estén obligadas a contar con puntos de recarga rápida para coches eléctricos en un plazo determinado de tiempo, y "si no se aligeran los procesos administrativos no va a ser posible", ha señalado Arzuaga.
El Gobierno central, mediante Decreto Ley, ha declarado la recarga rápida de interés público, lo que en la práctica debería agilizar los trámites, pero este decreto está todavía pendiente del pertinente desarrollo legislativo. Arzuaga reconoce que en este año 2020, hay cosas que son "urgentes y otras importantes, y la sanidad es lo prioritario, pero esto es importante, porque cuando acabe la pandemia habrá que impulsar la economía y aquí hay un tejido industrial que tiene que aprovecharse".
