El riesgo de incendio en los coches eléctricos no es superior al de los vehículos de combustión, pero la forma de apagarlo sí lo es aquí. Por este motivo, el Centro Zaragoza, un Instituto especializado en la investigación sobre vehículos, en colaboración con la empresa nórdica Bridgehill y con los bomberos del Ayuntamiento de Zaragoza está ensayando un innovador sistema de extinción de incendios basado en una manta de grandes dimensiones que se extiende sobre el coche y elimina el oxígeno necesario para la combustión.

Segúnlos investigadores, esta manta aísla además de la radiación que emite el fuego, y evita su propagación y la inhalación de humos tóxicos.

Además, permite apagar incendios de forma más ecológica, ya que al no utilizar agua para la extinción, se evita que se diluyan elementos contaminantes y tóxicos de la combustión de los vehículos, que además pueden filtrarse al subsuelo.

El sistema se acaba de probar en la sede del centro en Zaragoza, y la prueba se inició con la reproducción del fenómeno denominado “escape térmico” en la batería del vehículo, que se caracteriza por pequeños fuegos y explosiones que se producen y escuchan en la batería en intervalos entre dos y 15 segundos, y que se propagan de una celda a otra, lo que puede provocar que el incendio dure hasta 24 horas.

En este contexto se cubrió el vehículo con la manta y se comprobó cómo, en cuestión de pocos segundos, la temperatura descendió de más de 1.000 ºC a apenas 120 ºC en la superficie del vehículo; al riempo que tras cubrirlo y extinguir el fuego, a los pocos minutos se retiró la manta para demostrar cómo se reinicia el incendio en el coche eléctrico.

Según han comprobado los investigadores, la manta es capaz de soportar estas altas temperaturas durante horas, lo que la hace adecuada para cualquier tipo de vehículo, ya sea eléctrico, híbrido o de combustión.

Tras comprobar su eficacia, Centro Zaragoza y Bridgehill han decidido comercializarla en España, ya que no solo supone un avance importante para extinguir incendios, sino que además se convierte en una herramienta para prevenir su propagación antes de la llegada de los servicios de bomberos.

Para el ensayo se utilizó una cámara termográfica, que proporciona un mapa de temperaturas del entorno, que permite avanzar en las investigaciones en materia de incendios en vehículos eléctricos.