SEAT ha perdido uno de los proyectos clave concedidos por el Grupo Volkswagen, que había confiado en la empresa para el desarrollo de un coche eléctrico asequible, pero ahora, debido a la incertidumbre por el coronavirus y a un ajuste organizativo, el proyecto pasará a otras manos.

Según cuentan en la revista Automotive News, el Grupo Volkswagen se ha replanteado su estrategia a medio plazo y ha acometido una reestructuración del Grupo que deja sin el eléctrico de acceso a SEAT. De esta manera, los planes han cambiado en busca de una mejor amortización a largo plazo, y abandonando la idea de crear un coche eléctrico más accesible, con un tamaño recortado con respecto a la base utilizada en el Volkswagen ID.3 y destinado a crear una nueva gama repartida entre toda la familia de marcas.

La plataforma MEB Entry será ahora la encargada de jubilar a los pequeños utilitarios del segmento A, con una oferta similar aunque con algo más de espacio pues sería un segmento B. Los coches resultantes de utilizar la MEB Entry serían coches eléctricos específicos y no adaptaciones de los veteranos Up!, Mii y CITIGO que ya conocíamos desde hace casi una década.

De esta manera, los planes del Grupo Volkswagen han cambiando y SEAT habría perdido el proyecto en favor de la propia matriz. El cambio estaría motivado por un lado por "una elección de sinergias más eficientes" que a parte de recortar el tamaño de la plataforma, pasa porque el futuro eléctrico de Volkswagen tendría que apretarse el cinturón para reducir su precio un tercio del coste del ID.3.

Esa reducción de coches también tiene que ver con la amortización del proyecto y, por lo tanto, con las cifras de ventas. El Volkswagen ID.3 será el primer coche eléctrico de nueva generación del Grupo Volkswagen y sobre él recaerá el peso de abrir el melón de los 100 % eléctricos más capaces y con un precio relativamente accesible de la corporación germana.

Su lanzamiento estaba previsto para el próximo verano en Europa, pero habrá que ver si no sufre retrasos debido a la pandemia. Falta por ver qué marca será ahora la encargada de hacerse con el proyecto, teniendo en cuenta que Audi quiere un coche eléctrico del segmento B en su gama para 2022, lo que iría en contra del propósito del coche eléctrico asequible, con lo que todo apunta en la dirección de Škoda, aunque sin descartar a la propia Volkswagen.