El físico alemán Johannes Kückens ha apostado por desmontar el mito de que los motores de combustión son más eficientes que los eléctricos, al asegurar que los motores térmicos pierden el 65 % de la energía, lo que les convierte en algo así como "máquinas de calor que generan energía".
Una investigación alemana ha confirmado que los modelos térmicos son menos eficientes, y para corroborarlo ha invocado las leyes de la termodinámica. Queda claro así que la conversión de calor en movimiento nunca es total, y que siempre va a haber una parte que se pierda en el proceso.
Los motores más eficientes consiguen un aprovechamiento del calor cerca del 65 %, una cifra que cae en picado en condiciones de conducción reales.
Los coches actuales de diésel o gasolina rara vez superan un 25 % de eficiencia útil en carretera, y la mayoría del calor se evapora y no impulsa al vehículo, aunque la industria automovilística ha perfeccionado cada válvula, sensor y sistema de inyección para minimizar la pérdida de energía.
La tecnología actual roza el límite de desarrollo posible, motivo por el que Johannes Kückens ha confirmado que no hay manera física de que un motor térmico llegue al 80 % o 90 % de eficiencia, al menos de forma viable para fabricantes y conductores; y solo los motores eléctricos se pueden acercar a esta cifra.
Por el contrario, los coches eléctricos tienen un rendimiento superior al 90 % en condiciones ideales, una cifra que se puede reducir al igual que sucede en los motores de combustión, con una conducción real, aunque sigue siendo un punto de partida mucho más elevado.
El experto ha detallado que los motores térmicos están “en torno al 45 % de eficiencia y chocamos con límites físicos. Nunca será posible alcanzar el 80 % o el 90 %”, pero "existen motores con más del 90 % de eficiencia. Son los motores eléctricos”.
En este contexto, Kückens ha criticado la apuesta de la Unión Europea por los e-fuels o biocombustibles, ya que la producción es extremadamente costosa con un proceso en tres etapas: electrólisis para obtener hidrógeno, capturar el CO₂ del aire y sintetizarlo con hidrocarburos.
Según ha expresado estel físico alemán, “estos combustibles contienen, debido a lo complejo de su fabricación, solo la mitad de la energía de electricidad renovable que se invirtió al principio. Con la misma cantidad de electricidad, un coche eléctrico recorre seis veces más que un motor de combustión alimentado con e-fuels”.
