Renault ha llevado a cabo una demostración controlada del incendio de un vehículo eléctrico con el objetivo de mostrar la eficacia de su sistema Fireman Access, una innovación patentada que permite "ahogar" la batería en cuestión de minutos. Se trata de una iniciativa que busca reforzar la seguridad de los vehículos eléctricos e informar sobre su bajo riesgo de incendio frente a los modelos de combustión.
Ante la presencia de más de 200 bomberos procedentes de toda España, la compañía llevo a cabo el incendio controlado de un Renault Mégane E-Tech 100 % eléctrico, mostrando en directo la eficacia del sistema Fireman Access, una innovación patentada que permite la entrada directa de agua en la batería para su enfriamiento y extinción rápida.
El Fireman Access nace para facilitar el trabajo de los bomberos en caso de incendio de un coche eléctrico o híbrido, y permite que el agua entre directamente en la batería del vehículo para enfriarla y apagar el fuego mucho más rápido.
En la demostración pidieron imaginar que la batería de un coche eléctrico es una gran caja metálica completamente sellada para proteger sus componentes. En condiciones normales, no puede entrar nada: ni polvo, ni humedad, ni agua; pero si ocurre un incendio, esa estanqueidad se convierte en un problema, porque los bomberos no pueden llegar al núcleo de la batería para enfriarla, y eso puede hacer que el fuego dure horas.
El Fireman Access es un pequeño disco metálico, una especie de "tapón de seguridad", integrado en la batería. Este disco solo se abre cuando los bomberos dirigen sobre él un chorro de agua a alta presión, y al romperse, permite que el agua entre directamente en el interior de la batería, enfriando las celdas desde dentro y apagando el incendio en cuestión de minutos.
Con Fireman Access las celas de las baterías se enfrían por acceso directo, a diferencia de sin este sistema que entonces se debe esperar a la combustión total de la batería de alta tensión. Este sistema logra reducir el tiempo el tiempo de extinción drásticamente, de unas 2 horas a solo 10 minutos, lo que protege a los equipos de emergencia y evita daños mayores.
Además, reduce los litros de agua que se necesitan para apagar un coche, que se rebaja de 11.000 a 1.300 litros, y lo que es más importante, se reduce el tiempo de exposición de los bomberos en el incendio.
Renault ha liberado la patente, de modo que cualquier otro fabricante puede usar esta tecnología sin pagar por ella, para que todos los coches eléctricos del mundo puedan ser más seguros. Esta herramienta puede reducir hasta 15 minutos el tiempo de intervención en un accidente.
Renault Group, que se define como una compañía tecnológica más allá de un fabricante de automóviles, desarrolla su estrategia de seguridad bajo el programa Human First, centrado en mejorar la seguridad vial de todos los usuarios. En España, el Centro I+D+i de Valladolid, con más de 700 ingenieros, es responsable del desarrollo mundial de los sistemas avanzados de ayuda a la conducción (ADAS) de la nueva generación de vehículos del Grupo.
