La empresa británica YASA, subsidiaria del fabricante alemán Mercedes-Benz especializada en el diseño y producción de motores de flujo axial, ha presentado un nuevo récord relacionado con la densidad de potencia para motores eléctricos, un prototipo funcional que ha logrado un pico de potencia de 750 kW, equivalentes a más de 1.000 CV, con un peso de solo 12,7 kg.
YASA se convierte de esta manera en una referencia a nivel internacional, logrando una densidad de potencia de 59 kW/kg, es decir, 80 CV por kg, un dato que representa un incremento del 40 % respecto a su anterior marca, registrada en pruebas iniciales solo hace algunos meses, cuando el motor de 13,1 kg alcanzó los 550 kW.
El hito conseguido es mucho más que una simple mejora, ya que el nuevo motor no es un modelo digital ni un concepto teórico, sino un hardware real, que funciona actualmente en los bancos de pruebas de la compañía, y que ha superado incluso las previsiones más optimistas de sus propios ingenieros durante los ensayos previos.
El desarrollo y validación de este prototipo fueron posibles gracias al equipo del Oxford Innovation Centre y al apoyo del Advanced Propulsion Centre del Reino Unido, y en el mismo se emplearon materiales convencionales y técnicas de ingeniería de precisión, junto con un avanzado sistema de gestión térmica.
Según la compañía, este enfoque ha permitido “alcanzar un rendimiento extraordinario a partir de soluciones escalables y sin recurrir a materiales exóticos”, lo que la diferencia de otros fabricantes en que están logrando avances significativos, aunque dependen de minerales y tierras raras para sus desarrollos de nueva generación.
En este sentido, el responsable de nuevas tecnologías de YASA, Simon Odling, ha detallado que “los resultados iniciales son extremadamente prometedores", para afirmar que "el rendimiento del motor en la bancada ha superado incluso nuestras simulaciones más optimistas. Estimamos que será capaz de entregar una potencia continua crucial de entre 350 kW y 400 kW”.
La tecnología de flujo axial, en la que YASA es pionera y referente mundial, se diferencia radicalmente de los motores eléctricos convencionales de flujo radial, de manera que en estos nuevos motores, se prescinde del yugo, y la dirección del flujo magnético es paralela al eje de rotación, lo que permite una mayor eficiencia, menor tamaño y peso, y una capacidad de integración superior en aplicaciones compactas, como los vehículos eléctricos de altas prestaciones.
El desarrollo de este prototipo no solo demuestra el potencial de la tecnología de flujo axial, sino también su viabilidad industrial y comercial:, de modo que según el equipo de la compañía, “es hardware real, en la vida real, entregando datos reales, y está funcionando espléndidamente”.
Además, el diseño compacto y la escalabilidad industrial de los motores de flujo axial de YASA facilitan su integración en chasis existentes y permiten a los ingenieros explorar configuraciones hasta ahora inalcanzables, tanto a nivel de arquitectura motriz como de optimización del espacio interior y distribución de pesos.
En este contexto, el equipo técnico ha confirmado que se están realizando pruebas intensivas para garantizar la fiabilidad y la durabilidad del motor bajo condiciones de uso extremo, aspectos imprescindibles para su integración en vehículos de producción y competición. En este sentido, la configuración permite un control vectorial del par motor instantáneo y preciso en cada rueda, con un peso mínimo en el eje.
Con todo, el impacto de estos nuevos motores no se limitará a hiperdeportivos de millones de euros o bólidos de competición, y a medida que la tecnología madure y su coste de fabricación se optimice, se espera que llegue a segmentos más accesibles de Mercedes-Benz, redefiniendo la eficiencia y el rendimiento de la futura línea eléctrica de la marca alemana.
