Una compañía china está preparando un coche eléctrico con marchas falsas, palanca de cambios incluida, diseñado para las autoescuelas en un mercado en plena migración.
Parece que el cambio a los coches eléctricos será largo, y no solo para la industria sino también para los conductores; por lo que este coche eléctrico puede ser la clave para facilitar una transición que cuenta con la ventaja de reducir emisiones en las grandes ciudades; por lo que algunos negocios, y entre ellos las autoescuelas, están cambiando ya su flota de vehículos.
Pero este cambio, en el caso de las autoescuelas presenta un problema curioso, que no es otro que los coches eléctricos y los de combustión tienen que convivir, y los conductores deben ser capaces de conducir ambos tipos.
Por ello ya se está desarrollando el New Energy eQ2, un coche chino barato y convencional que permite que los conductores chinos puedan aprender a conducir con marchas, incluso si quieren conducir un coche eléctrico que normalmente no las tiene.
De esta manera, las autoescuelas podrían verse obligadas a adquirir coches de combustión para enseñar a conducir con marchas... pero la solución pasa porque el Chery New Energy eQ2, en su versión para autoescuelas, se plantee como un coche eléctrico con marchas; o mejor dicho, con marchas falsas.
A simple vista, este modelo no se diferencia mucho de otros coches compactos baratos que ofrecen Chery y otros fabricantes chinos; hasta el punto de que está basado en el Cowin C3, que tiene motor de combustión. Lo llamativo es que, a diferencia de aquel modelo, este tiene baterías para hacer 400 kilómetros; una autonomía que parece mucho, pero que se debe a que el motor eléctrico tiene una potencia de sólo 57 caballos.
Lo realmente interesante es que incluye una palanca de cambios y tres pedales, con lo que ofrece una especie de marchas falsas, que funcionan igual que las de un coche de combustión convencional.
A la derecha en el cuadro de instrumentos cuenta con un cuentarevoluciones, que tenemos que seguir para cambiar de marcha en el momento adecuado, usando la palanca y el pedal del embrague. El caso es que estos elementos no están conectados a la transmisión del coche, por lo que en realidad no estamos haciendo nada cuando los usamos, lo que no significa que no sirvan para nada, ya que esta simulación del cambio de marchas la hace el propio coche, hasta el punto de que es posible calar el coche si levantamos el embrague demasiado rápido.
Por supuesto, por los altavoces suena el ruido de un motor de combustión; al estilo de los BMW y otros coches de lujo, para ocultar que sus motores ya no suenan tan impresionantes como antes.
Se trata pues de un vehículo muy especializado fabricado para una función concreta, y no tiene mucho sentido usarlo en el día a día.