Los buggies de golf, o carritos de caddie, y que se han convertido en una de las herramientas características de los campos de golf, podrían marcar tendencia en el ámbito de la movilidad urbana al ser ecológicos, seguros, prácticos, y asequibles para una amplia franja de población, que por el momento no puede permitirse los precios de los coches eléctricos, y que no terminan de apostar por los patinetes o los scooters.
El caso es que, según cuenta el digital especializado Xataka, desde hace algún tiempo los vehículos eléctricos de vecindario, denominados NEV, por sus siglas en inglés, que aunque no son estricyamente buggies para golfistas, parten de la misma filosofía, estarían ganando puntos como una alternativa de movilidad urbana sólida en Estados Unidos.
Se trata de un modelo de vehículo eléctrico de baja velocidad, que también se está imponiendo en China, y que puede definirse como un vehículo eléctrico de batería, diseñado para alcanzar los 40 km/h y un peso máximo con carga de 1.400 kilos, por lo que estarían clasificados como modelos de baja velocidad (SLV) en el Departamento de Tráfico del país norteamericano.
Debido a la limitada velocidad que alcanzan, los conductores de los NEV pueden moverse por las vías públicas en las que el máximo se sitúa en los 50 kilómetros por hora, lo que los convierte en una opción pensada sobre todo para desplazamientos en los cascos urbanos o a destinos próximos, como las playas o los campus; y para facilitar su uso, en EE.UU. algunas ciudades ya han creado incluso carriles especiales.
Los NEV tienen que estar registrados y asegurados, y para manejarlos es imprescindible que el conductor disponga de una licencia necde conducción.
En la Unión Europa, que ya se ha marcado la meta de poner fin a la venta de coches de combustión interna, gasolina o diésel, en los estados miembros a medio plazo, el principal problema del coche eléctrico, es el precio, y aunque hay opciones baratas, como el biplaza Citroën Ami o el Renault Twizy E-Tech, no terminan de despegar.
Así las cosas, los NEV se plantean como una alternativa para quienes quieran tener en el garaje una un recurso ágil para moverse por la ciudad, siendo además económico y respetuoso con el medio, con la idea de no ser el eléctrico perfecto, pero sí el eléctrico low cost alternativo y asequible.
El problema es que estos vehículos, que se cargan directamente del tomacorrientes estándar, tienen un enfoque algo limitante, y su filosofía pasa por filosofía pasa por no ser adecuados para todo tipo de usos, sino limitarse a ser algo así como coches “de vecindario”, es decir, no aptos para viajes de larga duración.
Estas limitaciones contrarestan sus ventajas en materia de la seguridad, en especial pensando en los conductores más jóvenes, sin experiencia y que podrían optar a vehículos de mayor potencia.