Náuseas extremas, el nuevo desafío para los pasajeros de los coches eléctricos

Náuseas extremas, el nuevo desafío para los pasajeros de los coches eléctricos

La llegada ppaulatina del coche eléctrico no solo está cambiando la forma en que nos movemos, sino también cómo nuestro cuerpo responde al viaje, de manera que cada vez más estudios y testimonios señalan que algunos pasajeros experimentan mareos intensos e incluso náuseas extremas al viajar en los coches eléctricos.

 

Se trata de un fenómeno inesperado que abre un nuevo frente en la transición hacia la movilidad sostenible, y ahora, la ciencia ya empieza a ofrecer explicaciones sólidas sobre el asunto.

El caso es que el cerebro humano interpreta el movimiento a través de múltiples señales, tales como vibraciones del motor, sonidos mecánicos o variaciones en la aceleración, y en los coches eléctricos, gran parte de estas referencias desaparecen debido a la ausencia de ruido y vibraciones, lo que provoca un desajuste sensorial que puede desembocar en malestar físico.

En este contexto, un estudio elaborado en Francia apunta a que la falta de experiencia previa en este tipo de vehículos juega un papel clave, ya que el cerebro, acostumbrado a los patrones de los motores de combustión, se encuentra con un entorno silencioso y fluido en el que sus predicciones fallan, y es justo ahí donde surgen los mareos, que en algunos casos han obligado a los pasajeros a recurrir a pastillas contra el mareo.

Otros trabajos han encontrado correlaciones entre la intensidad del mareo y las vibraciones del asiento en los modelos eléctricos, así como la influencia de la ausencia de ruido en el malestar.

No se trata solo de la novedad tecnológica, sino de cómo nuestro organismo procesa la información sensorial en movimiento. El caso es que el problema podría agravarse en un futuro próximo con la llegada de los coches autónomos, ya que según expertos en psicología aplicada, los pasajeros, y especialmente los que viajan en la parte trasera, sufrirán más mareos al no poder anticipar los movimientos del vehículo.

A cambio, los conductores suelen estar menos expuestos a estos males porque controlan la trayectoria, lo que reduce el desajuste sensorial.

Aunque aún queda mucho por investigar, los fabricantes ya buscan soluciones, que van desde sistemas de vibración controlada, hasta sonidos artificiales que simulen referencias mecánicas.

Hasta la fecha, el coche eléctrico ha ido superando numerosos retos tecnológicos, y todo apunta a que también encontrará la forma de hacer que sus viajes sean más cómodos y libres de efectos secundarios para todos.

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