El intercambio de baterías ya es algo habitual en China o Taiwán, donde compañías como Nio han conseguyido acabar con el tiempo de espera para recargar la batería de un coche eléctrico. Ahora la start-up estadounidense Ample está poniendo en marcha en colaboración con Repsol, tres estaciones de intercambio de baterías en diferentes gasolineras de Madrid.
Se trata de una tecnología modular e independiente del vehículo, diseñada para sustituir los paquetes de baterías agotados por otros completamente cargados sin intervención del conductor.
Desde Ampler aseguran que estas estaciones se instalan en tres días y permiten optimizar el uso de flotas. Además, señalan que no es necesario que el vehículo de marcha atrás como en las estaciones de NIO, sino que entras por un lado y sales por otro. El problema es quye no puede usarlas cualquier coche eléctrico.
Este sistema solo está disponible por el momento para una flota de Fiat 500e de la plataforma de carsharing Free2move, y la primera de tres estaciones, ya está en funcionamiento en el barrio madrileño de Montecarmelo, mientras que las otras dos estarán operativas en las próximas semanas en la Avenida de Andalucíay en Barajas.
Este despliegue ha sido posible gracias a casi 10 millones de euros que recibió esta start-up por parte del Gobierno de España, una ayuda procedente del programa Moves Singulares.
Lo más destacado de esta tecnología es que puede funcionar también en vehículos comerciales de mayor tamaño; aunque para que sea escalable, es imprescindible que los vehículos estén preparados para ella y sean compatibles, y no se trata de algo que se pueda modificar fácilmente.
Que se pueda usar el intercambio de baterías en un coche es algo que se tiene que prever desde el desarrollo del coche y con el estándar de la estación de carga, para lo que hay que tener en cuentra que en muchos coches eléctricos, la batería forma parte de la estructura del mismo.
