Valladolid se ha convertido en referente nacional en materia de movilidad eléctrica gracias a una firme apuesta de su ayuntamiento por la seguridad en el uso del patinete eléctrico, de manera que, en un contexto de crecimiento exponencial de este medio de transporte, la ciudad castellana ha decidido dar un paso al frente, implementando normativas y campañas que buscan compatibilizar la innovación tecnológica con la protección de peatones y usuarios.
Este compromiso del Ayuntamiento de Valladolid se ha materializado en la aprobación de una ordenanza municipal pionera que regula el uso de los patinetes eléctricos en la vía pública, una normativa que establece, entre otras cuestiones, la obligación de utilizar casco, la limitación de velocidad a 25 km/h y la prohibición de circular por aceras y zonas peatonales, priorizando así la seguridad de todos los ciudadanos.
Además, se han puesto en marcha campañas de concienciación dirigidas tanto a usuarios de patinetes como al resto de la población. A través de talleres, charlas informativas y material divulgativo, el consistorio vallisoletano persigue fomentar el respeto a las normas y promover una convivencia responsable entre los diferentes modos de transporte.
Pero la apuesta por un patinete seguro no se limita a la normativa y la educación vial, de manera que el ayuntamiento ha impulsado también la instalación de infraestructuras específicas, tales como aparcamientos y carriles exclusivos, que facilitan el uso ordenado y seguro de estos vehículos eléctricos. Así las cosas, esta red de infraestructuras contribuye a reducir accidentes y a mejorar la fluidez del tráfico urbano.
Gracias a estas medidas integrales, Valladolid se posiciona como ejemplo de cómo las administraciones pueden liderar el cambio hacia una movilidad más sostenible y segura, y todo cpon el objetivo final de convertir la ciudad en un espacio donde la tecnología y la seguridad vayan de la mano, apostando por una movilidad eléctrica al alcance de todos y respetuosa con el entorno urbano.

